miércoles, 11 de diciembre de 2013

Qué bueno eres, Clint.

Eres bueno. A veces enamoras. No amor adolescente, del barato,  sino ese amor que hace que seas recordado cada día y que nos hace ir al cine a ver cada una de las películas que inventas.
No hay ninguna razón por la que debas dejarnos nunca. Estrellas como tu, cada vez nacen menos. Qué digo. Nunca volveremos a ver a alguien como tu.
Te convertiste en el pistolero más rápido del oeste, y con el paso de los años, has pasado por ser un genio del humor negro, representante fabuloso de la soledad en películas como Gran Torino o también has sido sargento de hierro. Produces, diriges, protagonizas. Maravillas. No sé qué es lo que te hace especial, si tu mirada de sospecha, o tus diálogos magníficos pero realistas.
Un hombre de los de verdad, capaz de todo, cuyos 83 años no hacen que pares de vivir por lo que amas.
Porque tú, y solo tú, Clint, eres capaz de hacerlo todo, y no solo eso. Lo haces todo bien. Tu amor hacia el cine hace que personas como nosotras intentemos disfrutar cada día de este maravilloso mundo, de este séptimo arte, pero no por eso menos importante.
Va por ti, Clint Eastwood. Este es el mejor regalo que puedo hacerte.
Es de verdad.

1 comentario: