martes, 17 de diciembre de 2013

RED. Una película. Muchas estrellas.

Juntar a tanta estrella semi jubilada no es sencillo. Bruce Willis, Hellen Mirren, John Malkovich, o Morgan Freeman completan el amplísimo reparto de la película. Lástima que el argumento no sea el más propicio para que la película sea recordada.

Frank Moses (Bruce Willis) es un antiguo agente de operaciones encubiertas de la CIA que ahora lleva una tranquila y solitaria existencia. Hasta el día en que aparece un equipo de asesinos de alta tecnología decididos a acabar con él. Con su identidad comprometida y la vida de Sarah (Mary-Louise Parker), una mujer por la que siente un gran afecto, en peligro, Frank reúne a su viejo equipo en un intento desesperado por sobrevivir.

Frank (Willis), Joe (Freeman), Marvin (Malkovich) y Victoria (Mirren) solían ser los principales agentes de la CIA, pero los secretos que guardan los han convertido en objetivos prioritarios de la agencia. Falsamente incriminados por asesinato, tendrán que hacer acopio de toda su astucia, experiencia y trabajo en equipo para mantenerse un paso por delante de sus mortíferos perseguidores y seguir con vida.

Red es una película que cumple con lo que propone: Entretener al público y hacerle pasar un buen rato. Bruce Willis cumple con el típico papel de tío duro que a tantos nos gusta. ¿Quien no ha soñado con ser la mitad de duro que Bruce Willis? Pero la sorpresa de la película tiene nombre y apellido: John Malkovich. Un loco, paranoico que nos ofrecerá las escenas más cómicas del film. Su arte para camuflarse, la escena de la bomba y su querido "cerdito" son un gran punto a favor para la película. Una película que pasará a la historia sin pena ni gloria pero que si lo que buscas es dos horas de simple entretenimiento, es tu película. Un gran reparto en el que Malkovich hace sombra a todo lo que le rodea.

en un momento en el que el público parece haber dejado de lado la exhibición de testosterona en beneficio de espectáculos más sofisticados pero cargantes, los estudios parecen haber rebajado la intensidad de la apuesta (esto es, el presupuesto) y aumentado la carga humorística del asunto, cosa de la que no carecía precisamente esa época de oro para el subgénero que fueron los ochenta y noventa.
Valoración: 6,3. Poco, repito, muy poco que haga que te entre la necesidad de verla otra vez. Pero nucna está de más ver a atanta estrella junta.

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