martes, 19 de noviembre de 2013

Big Fish, Tim Burton y su fantasía

No es fácil producir y dirigir un drama de  forma tan creativa y surrealista con la que lo hace Tim Burton.

En la película Big Fish, Edward Bloom-EwanMcGregor-, el protagonista, encarna perfectamente los valores de un hombre infatigable en su lucha por conquistar a una mujer, Sandra Templeton. Para ello, se ve inmerso en un largo viaje atravesando un bosque encantado acompañado de un gigante, abandonando un pueblo donde el tiempo no existe o trabajando en un circo durante meses con la única remuneración de saber información sobre "su prometida".

El convencimiento con el que Edward lucha por su mujer es digno de admiración, ya que está dispuesto a regalarle y ofrecerle todo lo que esté en sus manos y lo que no.
Edward es en la película un hombre de edad avanzada que va contando a toda la gente que conoce la historia de su vida. El problema lo tiene con su hijo, quien se muestra escéptico y no cree la versión de su padre y piensa que está mintiendo encarecidamente. El atributo fundamental que posee Edward es que tiene funciones de pez. Puede respirar bajo el agua y vivir como un pez. Gracias a esto, podemos decir que es una persona muy paciente para conseguir su objetivo.

Hay una escena que particularmente consigue dar un poco de miedo, en la que una bruja con un ojo de cristal muestra a varios niños intrusos en su jardín, entre ellos Edward de pequeño, la forma en la que van a morir. En contraste, hay otras escenas muy bellas como el momento en el que Edward y Sandra se conocen por primera vez o cuando el protagonista grita a los cuatro vientos que se va a casar con ella aunque las circunstancias no sean favorables.

Big Fish demuestra que hay formas de contar las cosas mejores que otras, y que da igual los hechos de la vida en sí, solo importa cómo se perciben y la huella que dejamos en este mundo.
La banda sonora hace que la trama adquiera aun más incertidumbre, emoción y calidad, como suele pasar con las bso que Tim Burton selecciona para sus películas. Véase el caso de Eduardo Manostijeras.

Valoración: 9,1. Imprescindible. Una historia de amor perfectamente contada dese el punto de vista fantástico, y no las películas cutres que vemos hoy en día en el cine como "A tres metros sobre el cielo".

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